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EL BLOG DE AIDA

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jueves, 19 de noviembre de 2009

C.D.CUENCA LA MATRIZ DEL MESTALLETA.


Sólo tiene 6 años menos que el Valencia .
Si el Valencia celebraba la temporada pasada su 90 aniversario, y el Levante UD se encuentra en plenos fastos de su centenario, el C.D. Cuenca también se encuentra de celebración. Esta temporada, el equipo cuyo origen se encuentra en la calle Cuenca, cumple 85 años. De hecho, en su nueva equipación, diseñada para la ocasión pese al carácter aficionado del club, aparecen algunos detalles que hacen referencia expresa al aniversario.
En sus inicios, por las filas del C.D. Cuenca pasaron ilustres valencianistas como Rino, Pepín o Seguí. Y otros que lo hicieron en la directiva blanquinegra como Pedro Cortés, que fue jugador, entrenador y hasta directivo del Cuenca.
Pese a todos estos vínculos con el Valencia, no se han restablecido comunicaciones entre ambas entidades. "¡Ojalá pudiéramos contactar con el Valencia y que nos ayudaran! Con sólo dos días...".
Noticia del Levante.
DE ESTE EQUIPO NACIÓ EL MESTALLETA, Y CREEMOS QUE SERIA DIGNO DE ORGULLO PARA ELLOS QUE EL VALENCIA CF. SE ACORDARA DE ELLOS.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

MUERTE EN LA ESTEPA RUSA.

Aunque víctima de la II Guerra Mundial, la muerte de Molina puede considerarse provocada, sin duda, por la Guerra Civil española.
Enrique Molina, capitán del Valencia CF en los primeros años 30, se retira con 29 años, cuando la muerte de su mujer le sume en una profunda depresión. Había nacido en una acomodada familia numerosa de labradores de la, entonces, toda vía huerta de Russafa. A tres de sus hermanos, que son sacerdotes, los fusilan en plena Guerra Civil los milicianos republicanos. A él, le persiguen y tiene que marcharse de Valencia para ocultarse.
Como represalia, Molina, cuando acaba el conflicto, se integra en un grupo parapolicial que denuncia y persigue a los rojos. Por ello, una noche disparan contra él, pero sólo le hieren levemente en un brazo.
Al invadir Hitler Rusia, Franco forma la División Azul, para que se integre en el ejército alemán. Molina se alia voluntario. Es un buen conductor y lo destinan de chofer de un camión que efectúa servicios de transporte e intendencia entre la retaguardia y el frente Norte, próximo a Leningrado. Después es trasladado a un servicio de enlace en calidad de motorista. El 15 de julio de 1943, cuando lleva a un oficial alemán en una moto-sidecar, un avión ruso de reconocimiento les ametralla. Molina cae muerto en el acto.
Historia de Superdeporte.

VICTIMAS DEL CONFLICTO.

La guerra se cobra también sus víctimas futbolisticas. Jugadores de uno y otro bando padecen sus consecuencias.
A Ricardo Zamora (hijo de valenciana), ya retirado, el golpe militar le coge en Madrid y es detenido por los milicianos de la Republica, sin muchas explicaciones. Se trata de un personaje rico y popular, con cuyo encarcelamiento se intenta dar un escarmiento h hacerse publicidad a su costa.
Los del otro bando también pretenden sacar provecho propagandistíco del mito. El general Queipo de Llano, desde Radio Sevilla, anuncia que el famoso portero ha sido fusilado "por los rojos", para deteriorar así la imagen de sus enemigos. La noticia, sin embargo, es absolutamente falsa. Zamora es finalmente liberado, gracias a la presión internacional y las gestiones diplomáticas. Escarmentado y harto de que le manipulen, viaja hasta Valencia y se embarca rumbo a Marsella.
Regresa a España meses después de terminada la guerra. Entonces le acusan de deslealtad al régimen por haber permanecido en Francia, sin ponerse a disposición de las autoridades vencedoras. Al final le rehabilitan y llega a entrenar al Real Madrid y a la Selección Española.
Historia de Superdeporte.

martes, 17 de noviembre de 2009

1936-1939: LA GUERRA CIVIL (II).

LA LIGA DEL MEDITERRANEO.
Suspendidas las conpeticiones tradicionales de ámbito estatal, en el bando republicano se organiza la Liga del Mediterráneo. La disputan cuatro equipo valencianos, Castellón, Levante, Gimnástic y Valencia, y cuatro catalanes: Girona, Granollers, Español y Barcelona. El Hércules, el Murcia y el Cartagena renuncian a participar a causa de los bombardeos que sufren sus respectivas ciudades. Se desarrolla de Enero a Mayo de 1937 y la gana el Barcelona. El Valencia juega sin muchos de sus titulares, que no han podido regresar. Tan sólo se disputa esa primera edición. En 1938, la gravedad del conflicto desaconseja su celebración.
EL SUPER REGIONAL.
Otro de los torneos que aún consigue celebrarse en 1936 es el Campeonato Super Regional. Lo disputan Hércules, Murcia, Cartagena, Gimnástic, Levante y Valencia. Pese a las interrupciones e incomparecencias, logra llega a su final con el Valencia FC como campeón.
Las siguiente edición la de 1937, es más accidentada. También la gana el Valencia FC, pero se suspenden numerosos partidos, porque muchos equipos no pueden desplazarse.
Es en 1938, cuando la situación bélica fuerza la paralización del Super Regional. El clima bélico, a esas alturas, resulta ya irrespirable.
Aún así, el fútbol resiste. En Valencia los equipos de la ciudad organizan un torneo, al que invitan al Sueca. Pero atemorizado por los bombardeos de la aviación, popularmente conocida como la pava. el equipo de La Ribera renuncia a viajar.
COPA ROJA Y COPA AZUL.
En 1937, en la zona republicana se organiza un torneo con el nombre de Copa de la España Libre. La gana el Levante, al vencer en la final al Valencia FC por 1-0. También han participado, jugando una liguilla de todos contra todos , el Español y el Girona. Este tornero, como todos los jugados en el bando republicano, es anulado al acabar la guerra por disposición del nuevo gobierno.
En San Sebastián se constituye un Federación Española de Fútbol, paralela a la de Madrid. Y desde ella organiza, con los equipos del bando nacional, la Copa de 1939, cuya final se disputa en Barcelona. Gana el Sevilla 6-2, al Racing de Ferrol. Así consta en los anales federativos, como la 42º edición del torneo.
Noticia de Superdeporte.

1936-1939: LA GUERRA CIVIL (I).

El golpe militar de Julio de 1936 divide a España dos bandos en conflicto: la zona roja, que corrensponde al territoro que controla el gobierno republicano, y la zona nacional que es la dominada por las tropas de comada Franco.
El inicio del comflicto pilla al fútbol en su habitual descanso veraniego. En ese momento, ni en uno ni en otro bando se piensa que la situación de anormalidad que vive el país vaya a prolongarse por mucho tiempo. Así que la Federacion Española de Fútbol sorte en Madrid el calendario de la Liga para la temporada 1936/37, en cuya primera jornada, el Valencia debe jugar en Alicante ante Hércules y en la segunda recibir al Oviedo.
Sin embargo, el panorama se complica, y la apertura de los frentes de batalla desaconsejan, cuando no impide, los viajes de los equipos. La Liga 1936/37 se suspende antes incluso de iniciarse. La 1937/38 y la 1938/39, ya en plena guerra, no llegan ni a plantearse. El torneo no se reanudará hasta la temporada 1939/40, con el conflicto acabado.
Pero eso no significa que el fútbolse paralice. Tanto en la zona roja como en la nacional, durante toda la Guerra Civil, se siguen organizando torneos locales o regionales y jugando partidos. Unos de carácter oficial; otros, cimplemente, para distracciñon de los soldados combatientes, o como uno de los pocos esparcimientos accesibles a la poblacion civil.
OTRO ROBO.
El fútbol contribuyó a aminorar el drama cotidiano de millones de victimas de la guerra y del la postguerra. El juego, aunque fuera con pelotas de trapos, dolor y misería, proporcionaban minimas dosis de ilusión. Y para el Gobierno de la República era, además, un referente de normalidad civil. Seguramente, por eso la propaganda franquista ocultó, a lo largo de los años, la existencia de competiciones furante la contienda. Fue la gran mentira de la verdad oficial delo vencedores. Hasta ese pequeño y modesto trozo de ralidad nos robarón.
J.V.Aleixandre.
VASCOS POR EL MUNDO.
En ese verano del 36, la mayoría de futbolistas está de vacaciones en sus lugares de origen y allí quedan inmovilizdos por la guerra. Con los jugadores vascos, el gobierno autónomo forma un equipo, para recaudar fondos por la causa. Esa Selección de Euskadi, que viste vamiseta verde y calzón blanco con ribete rojo, la integran futbolistas de primera fila. En Abril de 1937 inicia una fira por Europa y luego viaja a América. Su éxito es enorme. Derrotada la Republica, el Gobierno Vasco se exilia, paga 10.000 pesetas a cada futbolista y disuelve el equipo. Algunos jugadores vuelven a España, como Gorostiza que ficha por el Valencia.
Los famosos Lángara, Zubieta, Iragorri y Emilín, fichan por el gran San Lorenzo de Almagro argentino, donde triunfan. Los hay que, instalados en México, acaban allí su carrera y sus dias.
Noticia de Superdeporte.

El Valencia pide informes para rehabilitar al presidente Tortajada.


Ex dirigentes, peñistas y accionistas son favorables a que el club recupere a una figura histórica.
El Valencia abrirá una investigación histórica y recopilará datos en torno a la figura de Josep Rodríguez Tortajada, presidente del club durante la Guerra Civil, como paso previo para rehabilitar su figura y reconocerlo entre los máximos mandatarios que han gobernado la entidad. El Valencia contactará con el historiador y colaborador de Levante-EMV Josep Bosch para que le asesore en ese trabajo. Así, el club blanquinegro reacciona a la publicación ayer en este periódico del reportaje en el que se daba a conocer la inédita trayectoria vital de Rodríguez Tortajada. En el mismo se repasaba la gestión del presidente -creador de las competiciones oficiales jugadas en suelo republicano, así como de un proyecto de construcción de una ciudad deportiva- y su vida a partir de 1939. Su militancia nacionalista le llevó a ser condenado a muerte por el franquismo, siendo liberado tras más de cuatro años en prisión. Rodríguez Tortajada, fallecido en 1982, fue el socio número 21 del Valencia.
Ex presidentes, políticos, accionistas y peñistas consultados por este rotativo se mostraron ayer favorables a que la figura de Josep Rodríguez Tortajada se dignifique y pase a formar parte, con todos los honores, de la lista de máximos mandatarios del club. "No sé qué número de presidente soy, pero estaré encantado de correr un puesto en la lista para que entre Josep Rodríguez Tortajada", asegura Jaume Ortí, presidente entre 2001 y 2004. "Este señor se hizo cargo del club en unas fechas dramáticas, cuando nos matábamos entre hermanos, y lo hizo funcionar. Es de justicia que se le reconozca como presidente, y sería incluso partidario de realizar algo más. El club debe reparar esa parte de la historia. Hay que reivindicar su legado, al igual que la Copa de la República ganada por el Levante UD".

Tuzón: "Un buen valencianista".
A Arturo Tuzón, el presidente con el que el Valencia renació social y deportivamente tras el descenso a Segunda en 1986, le pilló por sorpresa el reportaje: "Reconozco que desconocía la figura de Rodríguez Tortajada. No tenía la menor idea. A pesar de eso, no me parecería mal que se le incluyera como presidente. Es un poco delicado hablar de cuestiones políticas, pero demostró ser un buen valencianista", sentenció.

Part: "Tiene todo el derecho".
Jaume Part, presidente de la Agrupación de Peñas, tampoco albergaba dudas al respecto: "Este no es un debate político, está por encima de todo eso. Debe tener todo el derecho a constar como presidente, al igual que el resto. Se hizo cargo del club en una época muy mala, con la guerra, y lideró proyectos para que se siguiera jugando al fútbol y la población pudiera distraerse. Es parte de la historia".

Ríos-Capapé: Sí, con matices.
El accionista Joaquín Ríos-Capapé se mostró favorable a la reinserción de la figura de Rodríguez Tortajada -"la historia no se puede ocultar"-, pero matizó su opinión: "Su llegada al poder no fue democrática al ser una incautación irregular. Además, tampoco me gusta que durante su gestión implicara al club a favor de la República. El Valencia debe estar siempre por encima de cuestiones políticas. No obstante, fue presidente de nuestro club y merece los reconocimientos que hagan falta", indicó.
Segarra: "Sacar a la luz"
Jeanette Segarra, diputada del PSPV y portavoz de Cultura y Deportes, mostró un apoyo incondicional a la propuesta: "Se le debe incluir como presidente del club, y estoy confiada en que Llorente realice ese gesto. Hay que reivindicar y sacar a la luz toda la memoria histórica de la institución".

Escrito por,Levante-EMV.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El presidente proscrito del Valencia CF (1936-1939).


Josep Rodríguez Tortajada.
Presidente Nº 13 en la historia del Valencia CF.
Su nombre no figura como máximo mandatario de la entidad Bajo su gestión planeó la construcción de un estadio y una ciudad deportiva - Dirigente nacionalista y teniente alcalde de Valencia, alineó al club a favor de la República - Con el franquismo fue encarcelado, condenado a muerte y, finalmente, liberado Nunca dejó de ser socio.

­De los 90 años que ha conmemorado el Valencia, tres de ellos permanecen ocultos en el relato del club. Poco se ha sabido hasta el momento del periodo comprendido entre 1936 y 1939, la Guerra Civil. Tres años en los que la entidad valencianista, lejos de esconderse de las bombas, multiplicó su actividad social y deportiva y se mantuvo como uno de los elementos claves para sostener la armonía cotidiana entre la sufrida población civil.
A día de hoy, Josep Rodríguez Tortajada (1899-1982) todavía no ha sido reconocido oficialmente como presidente del Valencia. Ejerció ese cargo durante la Guerra Civil, junto al de teniente alcalde de Valencia por el Partit Valencianista d´Esquerra. Su trayectoria la rescató del olvido Miquel Nadal Tàrrega en su libro El nacimiento de la ciudad deportiva (Ruzafa Show) y fue recordada también por el historiador Josep Bosch en las páginas de Levante-EMV. Su publicación en este periódico hizo que Francesc Cueva, hijo adoptivo de Rodríguez Tortajada, llamase a nuestra redacción para agradecer el recuerdo a su padre. Esa llamada también hizo posible recuperar y ampliar el relato del presidente número 13 del Valencia, del que nada se conocía después del final de la contienda.
Pero empecemos por el principio. El joven Rodríguez Tortajada, hijo de padres aragoneses y que desde su adolescencia entró en los círculos nacionalistas valencianos, se hizo socio del Valencia FC el 1 de octubre de 1926, con el club transformado ya en el más representativo de la ciudad, con sólo siete años de existencia. Con el estallido de la Guerra Civil, en agosto de 1936 el VFC quedó incautado por el personal de acomodadores del campo de Mestalla, afecto a la UGT, que dieron paso a una comisión gestora integrada por socios, jugadores y empleados. El VFC, de ese modo, mantenía su independencia. Entre todos ellos nombraron presidente a Rodríguez Tortajada. El jugador Carlos Iturraspe ejerció como vocal, y el mítico ex futbolista Eduardo Cubells, junto con los dirigentes Andrés Balsa y Luis Colina formaron la comisión deportiva.
En marzo de ese mismo año, tras la victoria del Frente Popular, Rodríguez Tortajada, una de las figuras claves del nacionalismo valenciano, había sido elegido concejal de Valencia en representación del PVE. Ocupó las áreas de Sanidad y Hacienda y poco después ascendió a teniente alcalde. Rodríguez Tortajada compaginó los dos cargos simultáneamente. Su labor como presidente del VFC fue muy fructífera. Gracias a su gestión se hizo posible la creación de las dos competiciones más prestigiosas en territorio republicano: la Liga del Mediterráneo y la Copa de la España libre. Bajo la dirección del VFC, como desvela el historiador Josep Bosch, planeó el proyecto de una ciudad deportiva para el club, en la que se habilitase un nuevo estadio y otras instalaciones para las secciones deportivas de la entidad.
La implicación del VFC de Rodríguez Tortajada con la causa republicana también fue notable. Mestalla sirvió como escenario para mítines de la CNT, como el que tuvo lugar el 16 de agosto de 1936, con Juan García Oliver y Federica Montseny como oradores o el celebrado justo una semana después en el que el republicano Antonio Jaén Morente proclamó que Mestalla era «la Covadonga de la República», en alusión a la reconquista medieval.

La confraternización antifascista.
Apenas dos meses después, el 17 y 18 de octubre de 1936, Rodríguez Tortajada lideró «los actos de confraternización antifascista» del «Homenaje de Valencia a Cataluña», celebrados en Barcelona a beneficio de las Milicias y los Hospitales de Sangre y que tuvieron como marco estelar la disputa de un partido amistoso entre la selección valenciana —un combinado de jugadores del Valencia, Levante y Gimnástico, entrenado por Eduardo Cubells—, y la catalana, en Les Corts, el estadio del FC Barcelona. Tal como informaba la prensa barcelonesa, el sábado 17 de octubre llegó en un tren especial la expedición valenciana, encabezada por Eduardo Cubells y sus futbolistas, la Banda Municipal de Valencia y el atleta y redactor de El Mercantil Valenciano, José Catalina Llorens, conocido como Pepe Lacomba. Todos ellos fueron recibidos por Rodríguez Tortajada, que había llegado a la Ciudad Condal un día antes.
La expedición marchó al Ayuntamiento de Barcelona, donde hubo una recepción a cargo del alcalde Pi Suñer. En ese acto la Banda Municipal de Valencia interpretó el himno regional valenciano, además de «La Internacional» y «Els Segadors» y acto seguido se procedió a la elevación de la Senyera valenciana. Como sucede en la actualidad en cada 9 d´Octubre en Valencia, se alzó la «invicta bandera» por medio de una cuerda hasta el balcón de la plaza de Sant Jaume, manteniéndola erguida en todo momento. Las otras banderas, la catalana y la republicana, fueron transportadas por las escaleras interiores del consistorio.
El Festival Valencia-Cataluña empezó a las tres de la tarde. En los prolegómenos del partido, hubo un desfile conjunto de milicianos acompañados de falleras con el puño en alto, dando «guardia de honor» a la Senyera valenciana. Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Cataluña, y Rodríguez Tortajada presidieron el palco de autoridades, acompañados de Borisenko —capitán del buque mercante soviético Ziryanin— que realizó el saque de honor del encuentro. Vantolrà e Iturraspe, capitanes de las dos selecciones, se acercaron al palco presidencial para pedir a Companys y Rodríguez Tortajada que mediaran en la liberación del mítico portero Ricardo Zamora, en aquel momento encarcelado en Madrid. En el tiempo de descanso tuvieron lugar varias pruebas atléticas, en las que destacó el saltador valenciano Lacomba, vencedor en su modalidad.
La extensión de los fastos previos del programa impidió que el «match» se pudiera jugar completo, suspendiéndose a falta de 20 minutos por falta de luz natural. En ese momento ganaba Cataluña por 2-0. Cubells alineó en la selección valenciana a Vidal, Gojenuri, Juan Ramón, Dolz, Iturraspe, Conde, Doménech, Felipe, Amadeo, Calatayud y Stors.
En Mestalla también se acogieron partidos benéficos, como el Festival pro-víctimas de Gernika, que enfrentó el 23 de mayo de 1937 a las Milicias Rojas y los Carabineros, con Luis Colina de árbitro y con posteriores exhibiciones de baloncesto, hockey y atletismo. O el 16 de enero de 1938, con el partido entre Joventuts del PVE y los Huérfanos de Correos.
El VFC, con Rodríguez Tortajada de presidente, fue de los pocos clubes que sin tapujos animó a sus socios para acudir a manifestaciones en favor de la República, como el acto de febrero de 1937 para apoyar a Largo Caballero. A tal efecto el VFC publicó el siguiente anuncio en la prensa valenciana: «Habiéndose adherido el Valencia F.C. a la manifestación que se celebrará el próximo domingo en Valencia, se invita a todos los socios de este Club y a los deportistas en general, a asistir dicho día, a las nueve y media de la mañana, al local social del Valencia FC, Félix Pizcueta, 23, para con nuestra presencia en la manifestación potenciar el sentir antifascista de los deportistas valencianos.»

Detención y pena de muerte.
Así siguió la actividad de la entidad, frenética tanto en el terreno de juego como en la implicación social. Con el final de la guerra, en abril de 1939, Josep Rodríguez Tortajada marchó a su casa, en la calle Comedias 25, en espera de unas represalias que sabía que no tardarían en llegar. A los pocos días fue detenido y juzgado por un Consejo de Guerra, acusado de un delito de «rebelión militar». Según los archivos a los que ha tenido acceso Levante-EMV, el 5 de septiembre de 1939 fue condenado a muerte y encarcelado en San Miguel de los Reyes. Durante el juicio se utilizaron como argumentos en su contra el Festival Valencia-Cataluña de octubre de 1936, así como algunas de sus actividades como concejal del ayuntamiento. En concreto, se le acusó de haber formado parte, en agosto de 1936, de una comisión «encargada de practicar la revisión del personal afecto al Ayuntamiento de Valencia, pertenecientes a partidos de derechas [...] desarrolló su misión con carácter de checa y con los procedimientos congruentes de los dictados sovietizantes, o sea, llamando a los funcionarios adictos a nuestra Santa Causa y dándoles a elegir entre la dimisión o la cuneta».
Las posteriores apelaciones, sin embargo, permitieron que se conmutara su pena por la de 30 años y un día y, posteriormente, en 20 años y un día. Especialmente conmovedora fue la declaración de Emerenciana Tortajada Ibáñez, madre de Josep, en 1942. «Mi hijo fue condenado por ser víctima de la incomprensible animosidad de un alto empleado municipal, que llevó su equivocada actitud al extremo de visitarle en la comisaría de policía —cuando fue detenido— sin tener en cuenta (siquiera por humanidad) su triste situación, no sólo se mofó de él, sino que públicamente manifestó sus deseos de hacer lo imposible hasta conseguir su muerte. Toda la vida de mi hijo ha sido recta y honrada y si ha tenido ideales políticos, los ha servido sin sectarismos y oponiéndose a todos los desmanes que le fue posible evitar, siendo por ello perseguido de muerte por las masas incontroladas [...] Hace tres años y medio que mi hijo sufre el mayor de los tormentos, la privación de libertad, y tanto la que suscribe como una hija suya se hallan en el mayor de los desamparos.» En esa «buena fe» se sostuvo la declaración de María de Arnedo y Asensi, baronesa de Arnedo: «En el periodo caótico que sufrimos en Valencia, gente incontrolada de Silla y pueblos limítrofes, después de quitarme las tierras, pretendieron robar mi casa de Valencia y matarme. Enterado el señor Rodríguez Tortajada, medió inmediatamente en mi socorro, impidiendo con su presencia y decidida actuación que cometiesen el crimen que intentaban, amenazando a los desalmados y haciendo poner en mi casa una vigilancia que evitase futuros desmanes. Posteriormente y para seguridad mía, guardó en su poder una cantidad respetable de dinero y alhajas, todo lo cual me devolvió íntegramente [...] Durante el periodo rojo nos ayudó, proporcionando alimentos.»
En su estancia en la prisión, compartió castigo con el futbolista del Valencia FC Tonín Conde. En enero de 1944 su procedimiento fue revisado, concediéndosele la libertad condicional el 27 de enero por «no aparecer probada la participación del solicitante en muertes, violaciones y demás hechos repugnantes». En realidad, su libertad estaba relacionada con el lavado de cara que, ante la opinión internacional, realizó el régimen franquista con los presos políticos condenados a muerte sin delitos de sangre. No cabe olvidar que, en esa época, la segunda guerra mundial empezaba a decantarse del bando aliado. No obstante, la cancelación total de antecedentes penales no le llegaría hasta el 14 de marzo de 1957.

La vida después de la prisión.
¿Y qué pasó con Rodríguez Tortajada cuando salió de prisión? Reveladora fue la visita del secretario técnico del gran Valencia de los años 40, Luis Colina, que acudió a buscarle a San Miguel de los Reyes. Una anécdota que demuestra, en palabras del escritor Miquel Nadal, que en el fondo, más allá de los condicionamientos históricos en los que se vio rodeado el club, «el Valencia de la posguerra es una pura continuación de nombres, estrategias y trayectoria» del Valencia anterior. Es decir, la institución por encima de todo, un discurso de club muy definido, alejado (en todo lo posible que permitía la dictadura) de injerencias externas. En definitiva, un club de fútbol normal, sin miserables revanchistas ni clandestinos luchadores. Un club que trató, simplemente, de sobrevivir, pese a la profunda tensión política que había de trasfondo.
Tanto Colina como Rodríguez Tortajada sabían que era inviable pensar en un regreso al club del ex presidente. Josep seguía siendo un rojo, un proscrito. Aceptó, con resignación y silencio, que su nombre no apareciera entre la lista de presidentes del club y en ningún libro de la historia de la entidad. Regresó a su profesión de practicante (los ATS de la época) y más tarde ejerció de representante de laboratorios farmacéuticos. Nunca dejó de asistir a su butaca de Mestalla y animar a la delantera eléctrica, a Puchades, Wilkes, Paquito, Waldo, Roberto Gil, Claramunt y Kempes. Una afición que le transmitió a su hijo Francesc, que a día de hoy recuerda las visitas privadas de su padre a la sede del Valencia, en la calle Félix Pizcueta 23, donde charlaban y almorzaban con empleados y directivos. Josep, en plena dictadura, tampoco renunció a su activismo nacionalista, que supo contagiar a Francesc, que con el tiempo se convirtió en uno de los más representativos militantes valencianistas, iniciador de la tradición de los aplecs de El Puig en los años 60 al lado de los hermanos Codonyer, Enric Tàrrega y Albert Thous, entre tantos otros, desde las juventudes de Lo Rat Penat.
Josep Rodríguez Tortajada falleció en 1982. Era el socio número 21 del Valencia. Ha llegado la hora de que el club reconozca y dignifique la labor del presidente número 13, el presidente proscrito.

VICENT CHILET TORRENT. Levante-EMV.
Nosotros no somos politicos, esto sigue siendo historia del Valencia.C.F y todo es bueno saberlo, conocerlo, analizarlo y cada uno que juzgue.-

jueves, 12 de noviembre de 2009

La RFEF tiene 96 años, dos meses y 11 días.


los historiadores coinciden: aún faltan cuatro años para el centenario.
El día 1 septiembre de 1913 se reunieron en Madrid representantes de los clubes españoles y crearon la actual Federación • ¿Se celebrará otro Centenario en 2013?.

El aluvión de argumentos que contradicen la elección de 2009 como año del Centenario de la RFEF, que MARCA ha ido publicando desde que se conoció la intención de Ángel María Villar de festejarlo este año, no hace sino ratificar la opinión de los expertos en torno a este asunto.

Desde su origen, la celebración del Centenario ha estado envuelta en polémica. Por un lado debido al nombramiento de Ramón Calderón como presidente de la comisión de estos fastos al poco de verse obligado a dimitir como presidente del Real Madrid. Y por otro, debido a la incorrecta elección de la fecha.

Como todos los documentos indican, la RFEF se constituyó oficialmente durante las reuniones celebradas en Madrid los primeros días de septiembre de 1913. Y fue creada como una asociación “completamente distinta” a las ya existentes. No tiene ningún rigor intentar aprovechar el nacimiento de una asociación anterior, la RFE de 1909, para forzar la celebración de este Centenario. Dicha RFEfue disuelta en 1913, momento en el cual dejó de sumar años. Ahora mismo, la Real Federación Española de Fútbol tiene 96 años, dos meses y 11 días. La pregunta es: ¿se celebrará otro Centenario en 2013?

martes, 10 de noviembre de 2009

Octavio Cerdá vivió el último partido que el Alcoyano jugó en Mestalla en Primera, una enciclopedia viviente

Camino de cumplir 83 años, Octavio Cerdá sólo enciende su televisor para ver fútbol y películas de cowboys. Bromea asegurando que conoce al dedillo cada escena de los largometrajes, «incluso mejor que los actores», pero la felicidad plena se la ha dado el fútbol a finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta. Hoy, a las 19 horas, se acomodará bien en su sillón junto a su mujer Angelita para seguir con todo detalle el duelo que disputa en el campo de Mestalla «mi querido Alcoyano».

Cerdá, a quién el corazón le ha dado algún susto de los que salió regateando como hacía sobre el césped, puede presumir de ser el único superviviente del último partido que el Alcoyano disputó en Primera División en Mestalla. Del 25 de febrero de 1951 ha llovido mucho, Octavio regresó años después vistiendo la camiseta del Celta, pero era diferente. SUPER le visitó ayer en su pueblo, Cocentaina, para rememorar con él recuerdos de aquella época que se mantienen en un lugar privilegiado de su memoria, aunque para la eliminatoria de esta noche… «tendría que ocurrir un milagro. En el fútbol pasan cosas raras, pero tampoco tanto porque los entrenadores ya no dejan nada al azar. ¿Lo del Alcorcón? Eso sólo le puede pasar al Madrid». Sus recuerdos y sonrisas le dan fuerza para seguir con lucidez a su edad, contándole a sus nietos lo bonito que era el fútbol en su día, una auténtica diversión.

Y es que nada más pronunciar la palabra Mestalla, a Cerdá le viene a la mente la primera vez que jugó en el campo de la Avenida de Suecia con la camiseta del ´Serpis Club Alcoy´. «No sabíamos que había un túnel para salir al campo y aparecimos por la grada. Nos estaban buscando todos», sonríe. Con ese equipo amateur se proclamó campeón de España en el estadio Metropolitano de Madrid, éxito que le permitió dar el salto al profesionalismo con el CD Alcoyano, con quién visitó Mestalla en varias ocasiones, entre ellas la última visita de los blanquiazules en Primera División. «Perdimos, pero marcó Mundo. ¿Aún vive?», pregunta. Aún hay gente que acude al bar que regentaba el futbolista de Barakaldo en el centro de la ciudad, fallecido a finales de 1978, que tras un paso fugaz por el Athletic de Bilbao y Logroñés, jugó once años en el VCF, antes de colgar las botas con el Alcoyano. «Tenía un sentido del humor muy grande, siempre estaba de broma y a todo le sacaba algo en el buen sentido. Jugamos juntos en el Alcoyano», recuerda antes de hablar de Ignacio Eizaguirre, guardameta de Donosti que también militó en el VCF y la Real Sociedad: «A Eizaguirre lo conocía bastante, cuando jugué en el Celta él estaba en San Sebastián y era el gerente de una empresa de materiales de construcción, parábamos allí a verle a él y a Igoa, que también jugó en el VCF. Eso sí, uno de los jugadores que más me han gustado siempre de los que vinieron a España fue Wilkes, aunque vino ya mayor». Y así fue, quién recurra a la enciclopedia del VCF comprobará que debutó con 30 años. «También recuerdo a Epi, Asensi, Pasieguito… y Puchades. Hubo un partido en el que me dijeron que debía marcarle todo el partido, pero ni estando catorce jugadores tras él éramos capaces de robarle el balón. Ha sido uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, no sólo del VCF», cuenta con sus ojos brillantes por la ilusión y el énfasis que pone: «Era diferente y hay gente que se rie cuando lo digo, pero ahora yo no querría ser jugador de fútbol, creo que no se divierten. Tanto entrenamiento… antes no estábamos media hora corriendo en el calentamiento, hay que correr durante el partido, pero ahora es otra historia. Los jugadores corren con cronómetro para correr, pero la persona necesita desahogarse. Antes salíamos a pasarlo bien y si perdías lo celebrabas, porque disfrutábamos mucho en el campo. Jugábamos cuatro delanteros y un interior retrasado, que era mi puesto, cuando nos marcaban algún gol se desataba la locura. Igual te daba perder por uno que por cuatro, por eso se marcaban más goles. Otra cosa que ha cambiado es que antes, un jugador que era titular jugaba toda la liga, al final era cuando llegaban los desgarros porque el músculo se agota, ahora no sé cómo juegan y corren tanto. A mí cuando me dijeron que iban a pagarme por jugar alucinaba, si hubiese tenido dinero habría pagado yo. No me lo creía. Yo trabajaba en una fábrica y les dije que no me lo dejaba, imagínate la ignorancia, pero después tuve otras opciones para jugar en el Celta, el Madrid o el propio Valencia. El tema es que el VCF y el Alcoyano nunca tuvieron buena relación, aunque hubo jugadores como Vidal —que fue internacional— que interesaron pero no se concretó nada en aquella época».
Desde la década de los cuarenta a la actualidad, la historia ha cambiado mucho. De vivir con un Alcoyano de Primera se ha pasado al sueño de la Copa, con la esperanza de que toque algún grande como el VCF, es un «aliciente para el equipo enfrentarte a jugadores como Pablo, Mata, Villa…. Me gusta mucho Pablo y no entiendo cómo el Madrid dejó escapar a Mata». Cerdá, cuando vea esta tarde al Alcoyano en Mestalla, recordará aquellos maravillosos años.

Su carrera
Brilló en el Alcoyano y después en el Celta de Vigo
Cerdá ganó con el Serpis Club Alcoy el campeonato de España de aficionados y fichó por el Alcoyano. Tras seis temporadas recaló en el Celta, donde jugó cinco años antes de militar en el Jaén, Granada, Orihuela y Ontinyent.

Traspasado al Celta
El CD Alcoyano le traspasó al Celta en la temporada 53/54 por 250.000 pesetas (1.500 euros) y al mes podías ganar alrededor de 1.200 pesetas, cuando un trabajador normal en una fábrica no pasaba de las 15 pesetas semanales.

El secreto del café
Recuerda Cerdá que los preparadores físicos de la época tenían sus secretos: «Recuerdo a Ernesto Pons, que me entrenó en Vigo, que el único interés que tenía era que cuando entráramos a la caseta nos tomáramos un café».

Del 5 estrellas a la pensión
En su etapa con el Jaén vivió una crisis económica, que les llevó de descansar en hoteles de cinco estrellas a una pensión y de tener bus propio a viajar en taxi.

FICHA TÉCNICA
Mestalla. Valencia
25/02/1951

4- VALENCIA CF: Antonio Pérez, Salvador Monzó, N. Santacatalina, Pasieguito, Asensi, Bádenes, J. L. Romero, Luis Díaz, Quiliano Gago, Taltavull, Vicente Seguí.
Entrenador: Jacinto Quincoces.

1- ALCOYANO: Soro, Quisco, Pintor, Pitarch, Blanco, Suárez, Ibars, Cerdá, Mundo, Pierita, Pototo.
Entrenador: José Espada.

GOLEADORES: 1-0, Minuto 44: Quiliano Gago; 2-0, minuto 59: Pasieguito; 2-1, minuto 64: Mundo; 3-1, minuto 72: Bádenes; 4-1, minuto 76: Vicente Seguí.
Noticia de Superdeporte.

lunes, 2 de noviembre de 2009

LOS RECORS DEL FUTBOL (HASTA EL AÑO 2003)

¿Qué portero ha marcado más goles en partidos oficiales?
El portero paraguayo José Luis Chilavert ha marcado 54 goles en partidos oficiales

¿Qué delantero ostenta el récord de hat tricks consecutivos?
El japonés Masashi Nakayama ostenta el récord de hat tricks en cuatro partidos consecutivos: Cuatros goles al Cerezo Osaka el 15 de abril de 1998; otros cuatro al Sanfrecce Hiroshima el 18 de abril de ,1998; otros cuatro al Avispa el 25 de abril de 1998; y tres goles al Consadole Sapporo el 29 de abril de 1998.

¿Cómo se llama el jugador más veterano en participar en un Mundial?
El camerunés Albert Roger Milla es el jugador más veterano en participar en un Campeonato del Mundo, fue en USA'94 con 42 años y 39 días

¿Qué jugador falló tres penaltis en un solo partido?
Martín Palermo (Argentina) ostenta el récord de penaltis fallados en un mismo partido. Fue contra Colombia en la copa América de 1999.

¿Qué jugador inglés ostenta el récord de goles en una temporada?
William Ralph "Dixie" Dean (1907-1980) del Everton (First Division) marcó en la temporada 1927/28 un total de 60 goles en 39 partidos.

¿Cómo se llama el jugador más joven en disputar un Mundial?
Pelé es el jugador más joven en participar en una Copa del mundo, lo hizo en Suecia'58 con 17 años y 239 días.

¿Qué delantero ostenta el récord de mayor número de goles?
Pelé ostenta el record de goles en una carrera deportiva. Marcó 1.279 en 1.363 partidos desde el 7 de septiembre de 1956 hasta el 1 de octubre de 1977 .

¿Qué jugador ostenta el récord de partidos oficiales?
El portero Peter Shilton (Inglaterra) jugó durante su carrera 1.390 partidos oficiales.

¿Cómo se llama el fichaje más caro en la historia del fútbol?
Zinedine Zidane (Real Madrid) es el fichaje más caro en la historia del fútbol mundial. En el verano de 2001, el equipo español pagó 11.500 millones de pesetas por el francés.

¿En qué Liga se marcaron más goles en una sola temporada?
En 1938, en el campeonato de Argentina de primera división se anotaron 1334 goles, con un promedio de 5 goles por partido

¿Cómo se llama el portero que ostenta el récord de imbatibilidad?
Abel Resino (At. Madrid) estuvo 1.275 minutos sin recibir un gol, marca que se rompió el 1 de abril de 1991 cuando Luis Enrique, del Sporting de Gijón, le rompió el récord. El anterior récord era de Dino Zoff con 1.142 minutos.