Bayern Munich. - 1.
Valencia CF. - 1.
Árbitro: Dick Jol (Holanda)
Champions League (Final).
Goleadores:
Stefan Effenberg (pen.) (50).
Gaizka Mendieta (pen.) (2).
Equipos titulares:
BAYERN MUNICH:
Kahn, Sagnol, Linke, Andersson, Kuffour, Lizarazu, Effenberg, Hargreaves, Salihadmizic, Scholl y Elber.
Kahn, Sagnol, Linke, Andersson, Kuffour, Lizarazu, Effenberg, Hargreaves, Salihadmizic, Scholl y Elber.
VALENCIA CF:
Santi Cañizares, Mauricio Pellegrino, Roberto Ayala, Gaizka Mendieta, Rubén Baraja, John Carew, Juan Sánchez, Pablo Aimar, Jocelyn Angloma, Amedeo Carboni y KilyGonzález.
Sustituciones:
BAYERN MUNICH:
Jancker -> Sagnol (46), Zickler -> Elber (99) y Paulo Sergio -> Scholl (107).
Jancker -> Sagnol (46), Zickler -> Elber (99) y Paulo Sergio -> Scholl (107).
VALENCIA CF:
David Albelda -> Pablo Aimar (46), Zlatko Zahovic -> Juan Sánchez (85) y Miroslav Djukic -> Roberto Ayala (88).
David Albelda -> Pablo Aimar (46), Zlatko Zahovic -> Juan Sánchez (85) y Miroslav Djukic -> Roberto Ayala (88).
Amarillas:
Andersson (38)
Amedeo Carboni (24), Kily González (107) y Santi Cañizares (120).
Andersson (38)
Amedeo Carboni (24), Kily González (107) y Santi Cañizares (120).
Rojas:
Ninguno
Ninguno
Crónica del partido:
Después de 120 minutos de lucha táctica y de sufrimiento en dos equipos de fútbol, en dos aficiones y en dos países, la final de la Liga de Campeones se decidió en los penaltis. Diecisiete partidos y una prórroga no habían sido suficientes para coronar al rey. Así de injusto y así de real. Tras una tanda de penaltis en la que se lucieron los dos porteros, un paradón de Kahn a lanzamiento de Pellegrino hundió al Valencia en la miseria. Héctor Cúper ya lo había anunciado el día anterior: "el que pierde es como que se ha muerto". No se puede añadir nada más...El Valencia, por segundo año consecutivo rozaba la gloria y al final no quedó nada. El Bayern enterró la maldición de Barcelona a costa de un Valencia que no mereció ese castigo. La plantilla del Valencia que más lejos ha llegado en la historia, con dos finales de la Champions seguidas, es la que más ha llorado. Con el principio que tuvo el encuentro nadie podía prever el final. Los cinco primeros minutos más trepidantes de un partido de fútbol se vivieron ayer en San Siro. Dos penaltis, uno en cada portería. Gol de Mendieta y parada de Cañizares al lanzamiento de Scholl. Antes de empezar a sudar, el Valencia había golpeado dos veces el sistema nervioso de los alemanes, que ya empezaban a acordarse de la final de Barcelona. Sin embargo, el gol y el penalti errado no enfriaron al Bayern Munich y, como buen equipo alemán, aplicó la táctica del acoso y derribo.Por eso, el técnico alemán, en la segunda parte, hizo crecer a su delantera dando entrada al gigante Jancker. Cúper, por su parte prefirió defender más el resultado y cambió a Aimar por Albelda. En el minuto 50 Dick Jol pitó un nuevo penalti por una mano de Carboni, que en realidad caía al suelo tras un empujón de Jancker. Effenberg no falló y el partido volvía a empezar, esta vez con el Valencia tocado. Los de Cúper pasaron entonces sus peores momentos. El Bayern controlaba el balón y llegaba al área de Cañizares, aunque sin crear claras ocasiones de gol. Sólo en los veinte minutos finales el Valencia, con Zahovic en el terreno de juego, recuperó algo de vida e incluso el esloveno tuvo una clara ocasión. Ninguno de los dos equipos cometió errores graves que pudiera aprovechar el contrario y así se llegó al final.La prórroga fue un partido en el que nadie quería encajar. A pesar de eso, el Valencia tuvo las mejores ocasiones, pero no acertó. El Bayern buscaba el gol de oro con todo el equipo. Pero ya no era cuestión de delanteros. Los alemanes estaban físicamente mejor, y el Valencia bastante hacía con aguantar al borde del colapso. Y aguantó hasta los penaltis. Con la parada de Kahn tras lanzamiento de Pellegrino se acabó la vida del Valencia. El valencianismo vivió su noche más triste en Milán, la derrota llegó de la forma más amarga e injusta. Pero la vida sigue, el Valencia es un grande y debe seguir adelante para afianzarse entre los más grandes del mundo.
Después de 120 minutos de lucha táctica y de sufrimiento en dos equipos de fútbol, en dos aficiones y en dos países, la final de la Liga de Campeones se decidió en los penaltis. Diecisiete partidos y una prórroga no habían sido suficientes para coronar al rey. Así de injusto y así de real. Tras una tanda de penaltis en la que se lucieron los dos porteros, un paradón de Kahn a lanzamiento de Pellegrino hundió al Valencia en la miseria. Héctor Cúper ya lo había anunciado el día anterior: "el que pierde es como que se ha muerto". No se puede añadir nada más...El Valencia, por segundo año consecutivo rozaba la gloria y al final no quedó nada. El Bayern enterró la maldición de Barcelona a costa de un Valencia que no mereció ese castigo. La plantilla del Valencia que más lejos ha llegado en la historia, con dos finales de la Champions seguidas, es la que más ha llorado. Con el principio que tuvo el encuentro nadie podía prever el final. Los cinco primeros minutos más trepidantes de un partido de fútbol se vivieron ayer en San Siro. Dos penaltis, uno en cada portería. Gol de Mendieta y parada de Cañizares al lanzamiento de Scholl. Antes de empezar a sudar, el Valencia había golpeado dos veces el sistema nervioso de los alemanes, que ya empezaban a acordarse de la final de Barcelona. Sin embargo, el gol y el penalti errado no enfriaron al Bayern Munich y, como buen equipo alemán, aplicó la táctica del acoso y derribo.Por eso, el técnico alemán, en la segunda parte, hizo crecer a su delantera dando entrada al gigante Jancker. Cúper, por su parte prefirió defender más el resultado y cambió a Aimar por Albelda. En el minuto 50 Dick Jol pitó un nuevo penalti por una mano de Carboni, que en realidad caía al suelo tras un empujón de Jancker. Effenberg no falló y el partido volvía a empezar, esta vez con el Valencia tocado. Los de Cúper pasaron entonces sus peores momentos. El Bayern controlaba el balón y llegaba al área de Cañizares, aunque sin crear claras ocasiones de gol. Sólo en los veinte minutos finales el Valencia, con Zahovic en el terreno de juego, recuperó algo de vida e incluso el esloveno tuvo una clara ocasión. Ninguno de los dos equipos cometió errores graves que pudiera aprovechar el contrario y así se llegó al final.La prórroga fue un partido en el que nadie quería encajar. A pesar de eso, el Valencia tuvo las mejores ocasiones, pero no acertó. El Bayern buscaba el gol de oro con todo el equipo. Pero ya no era cuestión de delanteros. Los alemanes estaban físicamente mejor, y el Valencia bastante hacía con aguantar al borde del colapso. Y aguantó hasta los penaltis. Con la parada de Kahn tras lanzamiento de Pellegrino se acabó la vida del Valencia. El valencianismo vivió su noche más triste en Milán, la derrota llegó de la forma más amarga e injusta. Pero la vida sigue, el Valencia es un grande y debe seguir adelante para afianzarse entre los más grandes del mundo.
Ara més que mai, Amunt València!.
Penalties: Paulo Sergio (fuera), Mendieta (gol) 0-1, Salihamidzic (gol) 1-1, Carew 1-2 (gol), Zickler 2-2 (gol), Zahovic 2-2 (para Kahn), Andersson 2-2 (para Cañizares), Carboni 2-2 (para Kahn), Effenberg 3-2 (gol), Baraja (gol) 3-3, Lizarazu (gol) 4-3, Kily (gol) 4-4, Linke (gol) 5-4, Pellegrino (para Kahn) 5-4.
LA NOCHE DE UN DIA COMO HOY TIENE UNA DEUDA CON ESTA AFICIÓN Y HOY ES UN BUEN DIA PARA DEVOLVER PARTE DE ELLA.
AMUNT VALENCIA PER SEMPRE Y HASTA LA MORT.
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