Entrenado por el italiano Claudio Ranieri asombra a España y también a Europa. Bautizado como el VicenteTeam, el Valencia juega en Alemania frente al Werder Bremen con la misión de demostrar que, tras el triplete de la temporada anterior, la Champions es el principal objetivo. Vicente Rodríguez es el líder indiscutible del campeón de Liga. Tres días antes su exhibición contra el Racing pone en pie a toda su afición. Las palabras del seleccionador nacional, Luis Aragonés, lo dicen todo: «Vicente tiene una marcha más que el resto de futbolistas».
Al minuto de partido —cuando él mismo, después de una combinación entre Di Vaio y Carboni, supera al portero Reinke para adelantar a los ché— nadie puede imaginar que el destino iba a jugarle una mala pasada al extremo de Benicalap. A los 76 minutos un jugador alemán lanza una falta, el esférico impacta y tuerce el tobillo de Vicente, inmerso en la barrera. Moretti entra en sustitución del ´Xiquet´. El Valencia acaba perdiendo el duelo 2-1 tras los tantos de Klose y Charisteas.
El diagnóstico médico fue un esguince grado II en el tobillo izquierdo. 15 días en el dique seco, que, en principio, sólo frenarían el espectacular arranque de un futbolista imparable que en un mes de competición acumuló cinco dianas consecutivas. Pero la realidad fue mucho más cruel. El equipo encadenó una serie de diez encuentros sin conocer la victoria y, mucho peor, el hijo predilecto de Mestalla estuvo casi tres meses sin jugar, comenzando así un calvario de lesiones en los tobillos y de tipo muscular que le obligó a visitar a los mejores especialistas en la materia, entre ellos, Marc Martens y Pedro Guillén.
Hace cinco años, frente al Werder Bremen, nació el peor recuerdo de Vicente. Un pasado gris que quiere borrar de manera definitiva de una vez por todas. Él sabe que la forma ideal de conseguirlo es recuperando su mejor versión. «Aún me veo con fuerzas para ser el de antes», ha confesado. La temporada pasada, de la mano de Unai Emery, inició su despertar. El ´14´ hizo diez goles, aunque ahora quiere cambiar su estatus y hacerse con la titularidad porque sus metas son ambiciosas. «Quiero luchar por el puesto, conseguirlo y volver a la selección» en año de Mundial.
A los 28 años Vicente, como él asegura «una edad muy buena», se ha reencontrado con el preparador físico que exprimió sus mejores cualidades físicas al lado de Rafa Benítez, Pako Ayestarán. El vasco se ha propuesto ver de nuevo al mejor Vicente y ambos trabajan para ello. Contra el Den Haag el zurdo fue el mejor y la imagen que ofreció ante Udinese también es esperanzadora. El valenciano está convencido de que todavía puede «hacer muchas cosas», tiene el depósito de la «ilusión» cargado. Hoy apuesta por seguir erradicando hoy de su cabeza, frente al rival de aquel dichoso 29 de septiembre, con talento, desborde, velocidad, pase, disparo y gol… los momentos más amargos de su carrera.
El Werder, verdugo en 2004.
El Werder Bremen tampoco trae buenos recuerdos al resto del valencianismo. Los alemanes fueron los que eliminaron la temporada 2004/2005 al equipo de la Champions. En Mestalla Angulo acabó expulsado por darle una patada a Valdez, autor de los dos fulminantes. Ahora los dos conjuntos han cambiado su fisionomía y son muy pocos los jugadores que quedan de entonces para medirse en el amistoso de esta tarde. Los alemanes ya no tienen al brasileño Diego, fichado por la Juventus y llegan tras una temporada decepcionante en la que perdieron la final de la UEFA y finalizaron décimos en liga.
El partido se jugará en Meppen, al norte del país, ya que allí existe una amplia colonia de seguidores del Werder y así lo solicitó el Ayuntamiento de esta localidad alemana fronteriza con Holanda. Los de Unai Emery partirán después de comer en autobús desde Emerlo para realizar los 150 kilómetros que les separan de Meppen.
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