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viernes, 12 de agosto de 2011

MARIO MORENO "CANTINFLAS" UN GRAN VALENCIANISTA.

CANTINFLAS, EN NUESTRO CORAZÓN
El próximo 12 de Agosto se cumplen los cien años del nacimiento de Mario Moreno "Cantinflas". Desde Mexicanos en Valencia, no queremos dejar pasar esta oportunidad para recordar su figura, lo que representó, y homenajear a este singular cómico que llevó su México por todo el mundo principalmente por Iberoamérica y España.
Este modesto homenaje lo dividiremos en tres entradas. Empezaremos con esta breve introducción para después con la transcripción literal de una inédita entrevista que se hizo en el semanal SP en el año 1959, y que muy gustosamente hemos rescatado de nuestra colección impresa para compartirlo con ustedes.
Poco más se puede decir de la biografía de Mario Moreno “Cantinflas” ampliamente conocida. Aún así y desde el punto de vista español y valenciano donde fue un personaje muy popular, es de destacar la capacidad que tuvo en cautivar al público español con su arte cómico, no antes visto en las salas cinematográficas.
Cantinflas utilizaba en sus películas expresiones de reemplazo, expresiones en las que el inicio de una palabra o grupo de palabras suena como la palabra o expresión que se está ocultando. “Nos vemos al rayo”, en lugar de “Nos vemos al rato”.
También, utilizaba palabras tipo “tramados” o baisas” o “truje” que eran muy de pueblo de las capas más bajas o que usaban los indios de distintos poblados.
Así, el lenguaje de Cantinflas era muy florido o rico en expresiones del pueblo mexicano, y las intercambiaba o jugaba con ellas en lo enrevesado de su hablar. Notemos que uno de los elementos principales del personaje original era de lograr, por lo que el detalle era marear al interlocutor para engatusarlo y, finalmente aceptara lo que decía y se quedara con cara de ¿Qué pasó?
Es quizá ese elemento del engaño el que haya hecho que el personaje Cantinflas haya tenido el éxito que tuvo en España, porque como al español, nadie le gana y se veía identificado en ese personaje de choro mareador.
Hablar de Cantinflas, es hablar de la idiosincracia de México. Aparte de sus dotes histriónicas, tenemos un fenómeno lingüistico e imagen que hoy forma parte de nuestras vidas.
En la forma de vestir, lo que en Cantinflas era un recurso de comicidad hoy es lo natural, vestir los pantalones a medio culo, enseñando calzón. Solo falta llevar el elegante chaleco que Cantinflas solía vestir, aquel trapo que traía colgado al hombro. Hay una película donde reclama a otro personaje que le hubiera quitado el chaleco. Entonces supe lo que era ese trapo.
Muchas de las frases geniales fueron construidas por los guionistas de películas, pero esto no le quita el sabor de sus palabras o las respuestas profundas que solía dar en las entrevistas.
Como menciona Carlos Monsiváis, el origen del nombre del personaje de Mario Moreno está acompañado del momento en que se plantó en un tablado:
"De acuerdo a una leyenda con la que él está de acuerdo, el joven Mario Moreno, intimidado por el pánico escénico, una vez en la carpa Ofelia olvidó su monólogo original. Comenzó a decir lo primero que le viene a la mente en una completa emancipación de palabras y frases y lo que sale es una brillante incoherencia. Los asistentes lo atacan con la sintaxis y él se da cuenta: el destino ha puesto en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos. Semanas después, se inventa el nombre que marcará la invención. Alguien, molesto por las frases sin sentido grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas», la contracción se crea y se convierte en la prueba del bautismo que el personaje necesita".
Mario Moreno a su llegada a Barcelona.
Mucho se ha dicho de que su forma de hablar, la incoherencia de sus palabras, se debe a una forma de esconderse, de no mostrarse, de dar el rodeo, rodeo con el que no somos, y al mismo tiempo logramos ser ante los demás. En México, sobre todo en el centro, el lenguaje directo y sencillo se evade y se emplean un sinfín de maneras, escudadas bajo formalismo, con las que decimos las cosas perifrásicamente:
«...Pues si como les iba diciendo, lo que les he dicho, esta dicho... ¡Ahí esta el detalle!...»
Quizá un elemento del rodeo sea aquello de repetir lo conocido. Es claro que mientras que en España es usual decir "Salir para fuera, entra para dentro, subir para arriba", en América esto causa risa cuando se escucha en un adulto: "A mí llámame cuando suba para abajo, que eso sí lo quiero ver", me decía una venezolana en una ocasión, mofándose del "subir para arriba”.
Esta evidencia del pleonasmo cobra otra fuerza que se puede escuchar hoy en día en los políticos, como los políticos actuales retomaran aquellas palabras de Moreno:
Cantinflas en el Museo Fallero.
"Pueblo que me escucha, aquí me tienen delante de ustedes y ustedes delante de mí, y es una verdad que nadie podrá desmentir. Y ahora me pregunto, ¿y porque estoy aquí?... Estoy aquí porque no estoy en ninguna otra parte y porque ustedes me llamaron, y si el pueblo me llama, el pueblo sabrá por qué. Yo, contrariamente a lo que dijo cierto sujeto —que no quiero pronunciar su nombre, pero que lo estoy viendo—, no represento ningún partido y no represento ningún partido porque me represento independiente, porque como dice el dicho 'más vale solo que mal acompañado...' Y ustedes se preguntarán, este joven de tan tierna edad, de acento tan distinguido, ¿será capaz de conducir la nave a buen puerto? Pues este joven, que entre paréntesis es el que les habla, les contestará: A pesar de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo y, sobre todo, tengo ganas de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita".
Una expresión típica del rodeo mexicano la podemos ver en esta situación de cortesía ante alguien que le cae mal a Cantinflas:
«...Es que a mí me gustan mucho los animales, dice Cantinflas.
—¿Ah, sí?
—Por eso usted me cayó muy bien...»
Un poco más generalizado es el hablar por el método de la ocultación, donde se utiliza una palabra por otra y nos crea regocijo a la hora de hablar, por ejemplo Tampico cuando se quiere decir 'tampoco': "—No quiero ir al cine. —Yo Tampico". Este desdoblamiento de sonoridades se aprovecha para situaciones que se pueden volver muy graciosas:
«...—Mi calcetines son de fina seda.
—Pues los míos son de lana, responde Cantinflas.
—¿De lana...?
—Sí, de la naturaleza, porque no traigo...»
Aparte del personaje, el hombre era muy conocedor de la condición humana, tenía frases tan sencillas y profundas como aquella de que:
«...El mundo debería reírse más, pero después de haber comido...»
Incluso hasta La Real Academia de la Lengua en reconocimiento a su figura dio cabida en su diccionario a la palabra “cantinflear” como “hablar disparatada e incongruente y sin decir nada.”
Cantinflas agachado en el centro con el Valencia CF
Mario Moreno visitó varias veces España, algunas por motivos de trabajo durante el rodaje la película “La vuelta al mundo en 80 días” o la de “Don Quijote cabalga de nuevo”, además de otras ocasiones por cuestiones culturales.
Gran aficionado a hacer paellas valencianas con amigos en su casa de Vista Hermosa, no se tiene constancia de que visitara Valencia en alguno de sus viajes por España, pero aquí quedan estas pequeñas reseñas que lo relacionan con la capital del Turia.
Su buena relación con la cantante valenciana Concha Piquer le sirvió a ésta para poder entrar en México ante la negativa del gobierno de Miguel Alemán por acusarla de franquista. Una simple llamada de Don Mario al presidente, fue suficiente para solucionar este problema en tiempos tan difíciles en cuanto a las relaciones políticas entre ambos países.
Otra anécdota que une Valencia a Cantinflas es a través del Valencia Club de Fútbol. El actor mexicano tuvo el gusto de recibir a todo el equipo de Valencia CF en su casa de la ciudad de México con motivo de la inauguración del estadio Azteca. El Valencia CF fue uno de los equipos invitados en el torneo de inauguración de este estadio tan emblemático que tuvo lugar en 1966.
Su figura en un ninot de fallas, es uno de los pocos ninots indultados de la historia de las fallas de los que se han salvado de la crema. Dicho ninot se encuentra en el museo fallero de la ciudad, el cual perteneció a la falla Felipe Valls-Campament de Benimamet del año 1446, obra del artista fallero José Arnal.
Y para terminar con esta introducción desde un plano valenciano, cabe decir el éxito que tuvo el cómico actor en la película “Ni Sangre ni Arena”, ya que en sólo cuatro días se recaudaron más de cincuenta mil pesos en su estreno en el Teatro Alameda de la capital mexicana. Dicha película fue una parodia de la obra “Sangre y arena” del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez y en la cual representó al torero Manolete. No en vano, de todos es conocido su amor por la tauromaquia, un papel de torero que representó en más de una de sus películas.
Es de reconocer el éxito que nos dejó Mario Moreno “Cantinflas”, cuyo éxito y legado sigue latente hoy en día, y que ha estado tan presente en varias generaciones del público valenciano.
Sin duda el gran embajador de México en España.
http://www.mexicanosenvalencia.es/2011/07/cantinflas-en-nuestro-corazon.html

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