El Valencia Club de Fútbol adquirió los terrenos de Paterna durante la presidencia de Francisco Ros Casares, en 1974. Sin duda, esta adquisición fue el mejor legado de este presidente que intentó aplicar al fútbol su visión empresarial y apostó por modernizar el club.
Los terrenos de Paterna fueron un gran acierto. Hasta el nacimiento de los campos de Paterna, los jugadores del Valencia solían entrenarse en unas condiciones inadecuadas para un equipo de su categoría. Las sesiones de preparación se desarrollaban en un terreno situado detrás de la grada de numerada, que carecía de las medidas reglamentarias y, excepcionalmente, se utilizaba el campo de Mestalla. En ocasiones, los jugadores valencianistas entrenaban en las instalaciones de Benimar
A pesar de estas carencias, Ros Casares y su directiva tuvieron que hacer frente a numerosas oposiciones a este proyecto. El equipo entrenado por Di Stéfano estaba atravesando una mala situación deportiva, por lo que la afición estaba más preocupada por este hecho que por la apuesta de futuro de la directiva.
La asamblea de socios, después de interminables discusiones, dio carta blanca a la compra de los terrenos por un precio de setenta millones de pesetas. Ros Casares no pudo ni siquiera firmar la escritura de compraventa ya que, cuando llegó el momento de formalizarla, había dejado ya la presidencia. El precio final ascendió a 85 millones de pesetas, tras la adquisición de unos terrenos colindantes.
Ros Casares y su equipo demostraron tener una gran visión en esta operación, ya que la condición que habían impuesto es que los terrenos de la ciudad deportiva debían situarse cerca del futuro by-pass: por ello se eligió Paterna.
La actual Ciudad Deportiva, tras la remodelación, nació el 19 de febrero de 1992. Con el paso del tiempo, los terrenos se acondicionaron como campo de entrenamiento del primer equipo y como escuela de fútbol.
La Ciudad Deportiva se extiende sobre una superficie de 180.000 m 2. Está concebida no sólo como escuela de futuros futbolistas y residencia, sino también como un moderno Centro de Rehabilitación dotado de diversas salas para la recuperación de los futbolistas lesionados o que se encuentren en período de rehabilitación.
Varias son las salas acondicionadas, como las de los fisioterapeutas, la de hidromasajes, sauna y piscina. El espacioso gimnasio, con sus diferentes y modernos aparatos, es un complemento ideal para la adecuada preparación física de los futbolistas.
El edificio central dispone de diez habitaciones para alojar a los jugadores, así como la sala de estar y el comedor. La sala de audiovisuales permite trabajar al entrenador con la edición de vídeos, para analizar el juego de su equipo y estudiar a los equipos rivales. Los vestuarios del primer equipo y del filial se encuentran en la primera planta.
Anexo al edificio central se halla un campo con un graderío capaz de albergar a unos 3.000 espectadores, lugar habitual donde el Valencia B disputa sus encuentros. Por su parte, el primer equipo del Valencia dispone de varios campos de césped para sus entrenamientos habituales, además de zonas reservadas para su uso exclusivo.
Las instalaciones deportivas del Valencia Club de Fútbol siguen creciendo para dar mayor cobertura a los cientos de deportistas que las utilizan diariamente. Las últimas incorporaciones han dotado a este complejo de una rampa de entrenamientos y un campo de futvoley.
La Ciudad Deportiva del Valencia está considerada como una de las mejores de España, a la altura de otras míticas escuelas futbolísticas.
http://www.valenciacf.com/es/CiudadDeportiva/DeportivaHistoria.html
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