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sábado, 13 de marzo de 2010

PRECEDENTES EUROPEOS.

El VCF sólo superó una vez la eliminatoria con un 1-1 en la ida

Una situación como la actual se ha producido en cinco ocasiones y el equipo sólo pudo con el Rangers.
El Valencia, que empató a un gol ante el Werder Bremen en Mestalla en la ida de los octavos de final de la Liga Europa, sólo superó en una ocasión este marcador en una competición continental y fue hace más de treinta años, ante el Glasgow Rangers.

Una situación como la actual se ha producido en cinco ocasiones y en la cuatro restantes, el Valencia quedó fuera de la competición al no superar ese marcador en la vuelta.

El equipo valenciano se deshizo del Glasgow Rangers escocés en la Recopa de 1979, que finalmente conquistaría, al imponerse por 1-3 en Ibrox Park en la vuelta de la segunda ronda del torneo, tras haber empatado a uno en Mestalla.

Con anterioridad, en eliminatorias ante el Standard de Lieja (Bélgica), Bayern Munich (Alemania), West Bromwich Albion (Inglaterra) y Roma (Italia), este marcador fue insuficiente para seguir en Europa, ya que en todos los casos perdió en el encuentro de vuelta.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/03/12/vcf-supero-vez-eliminatoria-1-1-ida/89367.html

COPA DE EUROPA, PARTIDO DE IDA DE 1/8 DE FINAL DE IDA.
CAMPO: Luis Casanova (Valencia)48.000 Espectadores.
DIA: 24/10/1979.


Valencia CF. 1
Glasgow Rangers 1


Goleadores:
Mario Kempes (23)
McLean (48)

Equipos titulares:
VALENCIA C.F.
Carlos Pereira
Ricardo Arias
Rainer Bonhof
Ángel Castellanos
Daniel Solsona
Mario Kempes
Orlando Jiménez
Manuel Botubot
José Cerveró
Enrique Saura
Darío Felman.

GLASGOW RANGERS.
McCloy
Dawson
Forsyth
Jardine
McDonald
Miller
Cooper
Johnstone
McLean
Parlane
Smith

Sustituciones
José Luis Albiol (Orlando Jiménez Mint.71)
Arbitro:
Linemayer (Aleman).
Amarillas
Manuel Botubot (29)
Miller (80)
Rojas
Ninguna
Crónica del partido.
Un estúpido gol cuando se estaba llegando, cumplido el minuto 45 de partido, al descanso ha dado al traste con las ilusiones del Valencia de ganar este encuentro de los octavos de final de la Recopa. Un gol, el marcado por el extremo McLean, que constituyó un auténtico mazazo para el Valencia que ya no levantó cabeza en toda la segunda parte, fallando incluso hasta un «penalty», que podía haberle proporcionado el triunfo.
Quien bien empieza... no acaba bien, como reza el refrán, eso fue lo que le sucedió al Valencia, que sacó toda su fuerza en los comienzos del encuentro para ir perdiéndola poco a poco a medida que transcurría el tiempo y se veía impotente para penetrar en la cerrada y tupida defensa escocesa. Sin embargo, paradójicamente, el primer susto lo proporcionó el Rangers, en un disparo de Cooper en el minuto 20, que obligó a Pereira a rectificar su estirada sobre la marcha para poder atajarlo debido al efecto endiablado que llevaba.

Pero a partir de ahí el mando correspondió al cuadro local, que no sólo dominó sino que llevó el peligro a la puerta defendida por McCloy. Hubiera sido el momento oportuno para, después del tanto de Kempes en el minuto 23, aprovechar el desfondamiento de los rivales para apuntillarles definitivamente. Pudieron lograrlo Saura (minuto 33), Kempes (en el 34) y Solsona (en el 39), en un balón que pretendió picar por encima del gigantesco guardameta escocés, pero que le salió mal y desviado. De todas formas tampoco estaba mal el 1-0, con que todos creíamos que se llegaría al descanso. Pero...

Los escoceses, que salvo este disparo inicial, de Cooper que acongojó a la parroquia, no habían dado ni una sola señal de vida en el área valencianista, tuvieron la inmensa fortuna de encontrarse con un tanto que ni merecían ni buscaban, dedicados única y exclusivamente a congelar el esférico, retrasarlo lo más posible y dejar pasar los minutos dando incluso por bueno el 1-0 que en aquellos momentos señalaba el marcador. Pero el fallo se concatenó contra el valencia. Primero fue un balón tonto que perdió Arias en un ángulo del área, luego que el esférico, rebotado, llegara hasta el desmarcado McClean que tiró al tun-tun desde unos cinco metros fuera del área, el balón botó delante del sorprendido Pereira y se fue a las mallas.

demás, el Valencia se equivocó de medio a medio. Parecía como si no supiese jugar más que enviado balones bombeados, lo que, dada la altura del gigantesco McCloy era como querer hacer andar a un coche sin carburante, o penetrando por el centro, con lo que lo único que lograban era producir innumerables jugadas embarulladas y dar facilidades para que la defensa escocesa pudiera alejar el balón. El gol local sólo podía legar por alguna genialidad o una equivocaciónde los escoceses. Y como éstos no cometieron ninguna en su obsesiva labor defensiva, únicamente quedaba abierta la espita para que Solsona, Kempes y el alemán Bonhof, se sintieran picados por la mosca de la genialidad.

Fue el argentino el que lo logró. Sacó una de sus clásicas faltas desde la corona del área y la envió directamente al fondo de las mallas sin que se enterara el portero que se quedó viendo visiones. Pero ahí se acabó toda la cera que ardía. Porque el Valencia, como una gaseosa abierta, fue perdiendo gas en la segunda parte, pese a tener todo a su favor. El centro del campo (Kempes, Solsona y Bonhof) eran prácticamente unos delanteros más, con lo que entre defensores y atacantes se encontraban en las inmediaciones de la puerta del Rangers hasta 15 y 16 jugadores lo que producía todos los atolondramientos, rebotes y barullos que el lector quiera imaginarse.

Por si todo fuera poco, encima ni siquiera de penalty pudo marcar el Valencia el tanto de la victoria. Una clara falta de Jonhstone a Felman (antes se le había reclamado a Linemayer otro penalty, que lo fue, a Giménez) intentó convertirla Bonhof. Pero su lanzamiento, muy fuerte, pero completamente por el centro, tropezó con el gigantesco cuerpo de McCloy, y éste repelió el balón. Ya la gaseosa no tenía ni tan siquiera fuerza y los once minutos que faltaban pasaron con más pena que gloria.

Y es que está visto que cuando un equipo español (el Valencia en este caso) se le cierran atrás, y le dejan incluso todo el campo para que domine, no sabe qué hacer. En ningún momento exceptuando 17 minutos de la primera parte (los que van del 22 al 39) tuvo ideas ni supo qué hacer con el balón. Era un auténtico suplicio verles retrasar una y otra vez el cuero a la espera de centrar sobre puerta o querer entrar con el balón controlado por el centro de la defensa. Y pese a que una y otra vez tropezaban con la zaga escocesa, una y otra vez volvían a intentarlo de forma empecinada sin querer enviar el juego por las alas y sin darse cuenta que la única forma de abrir aquella olla a presión que era el área del Rangers McCoyerera colarse por las bandas y provocar la salida del amontonamiento.

RECOPA DE EUROPA, PARTIDO DE VUELTA DE 1/8 DE FINAL.
CAMPO:Ibrox Park (Glasgow)
DIA: 7/11/1979.


Glasgow Rangers 1.
Valencia CF 3.


Goleadores:
Jonhstone (24)
Rainer Bonhof (17)
Mario Kempes (43)
Mario Kempes (78)

GLASGOW RANGERS.
McCoy
Jardine
Forsyth
Miller
Watson
McDonald
McLean
Smith
Jonhstone
Urquhart
Cooper

VALENCIA C.F.
José Luis Manzanedo
Ricardo Arias
Miguel Tendillo
Rainer Bonhof
Ángel Castellanos
Javier Subirats
Mario Kempes
Manuel Botubot
José Cerveró
Enrique Saura
Pablo Rodríguez

Sustituciones
Parlane -> Urquhart (45)
MacKay -> Cooper (64)

Amarillas.
Miller (17)
Johnstone (21)
Forsyth (37)

Rojas.
Ninguna.

Crónica del partido
Increíble, pero cierto: Increíble porque nadie, ni los seguidores más acérrimos del Valencia, pensaban que el equipo de Alfredo Di Stefano pasara esta eliminatoria, ya que en el encuentro de ida en el Luis Casanova, como todos saben, el resultado fue de empate a un gol, y visto lo que el Valencía venía haciendo últimamente, tanto en casa como fuera, en la Liga española, pocas esperanzas tenían los aficionados valencianistas. Después había otro asunto que motivaba también que la esperanza blanca fuera cada vez menor, al menos en cuanto a la afición, ya que, por supuesto, jugadores, técnicos y directivos, siempre mantienen la esperanza que és lo último que se pierde. Esa otra cUestión estaba relacionada con la formación valencianista. Muchas vueltas dio Alfredo Di Stefano los días precedentes al encuentro, en torno al once inicial que debía saltar al terreno de juego del estadio del Rangers. Muchas vueltas de cabeza porque sabía que a los escoceses había que marcales de cerca, no dejarles nunca subir con tranquilidad hacia el terreno adversario y cerrarles el paso siempre que se pudiera, al mismo tiempo que había que contraatacar con mucha fuerza, con rapidez, ya que si algo flojeaba en el equipo escocés era la parte de atrás, como ya había aventurado con anterioridad el secretario técnico del Valencia, Pasieguito, en su visita a Glasgow, para presenciar el encuentro del equipo escocés.

A sabiendas de todos estos detalles Alfredo Di Stefano se jugó todo, prácticamente, a una carta, sacando de la alineación a los habituales Solsona y Jiménez, al catalán, hombre supertécnico, pero cuyo fuerte no es el marcaje y correr detrás del jugador contrario, y a Jiménez, hombre estático en la punta del ataque valencianista hasta el momento, que juega bastante de espaldas a la puerta y que en pocas ocasiones hace diana, hasta el momento, en las porterías contrarias. Saca en su lugar a dos jóvenes, Subirats (recién incorporado al Valencia tras el servicio militar y que la temporada pasada militaba en el Gerona en calidad de cedido), y Pablo (un hombre del Mestalla que lleva dos temporadas en el Valencia, pero que estaba prácticamente inédito en el equipo inicial). Dos hombres nuevos totalmente en la temporada actual que saltaban al terreno de juego en un partido tan comprometido como el de hoy frente al Glasgow Rangers. Y miren ustedes por donde tanto Subirats como Pablo han tenido una gran actuación y han contribuido de una manera eficaz en esta victoria valencianista. El primero, Pablo, escurridizo, bullidor, buen técnico y con buen olfato a la hora del contraataque, ha llevado en jaque a su par y con él arrastraba al «líbero» del equipo escocés, dejando y abriendo huecos para que Saura y Kempes entraran con más tranquilidad de lo habitual, y el segundo, Subirats, con una labor sorda en el centro del terreno, bajando y subiendo sin detenerse un solo instante y ayudando tanto a los hombres de atrás como a los de delante.

Con esto resuelto en el terreno de juego, con un Kempes con olfato de gol, prácticamente como ya hacía tiempo que no le veíamos, con Saura, luchador incansable todo terreno, que pone toda la fe y toda la voluntad en la contienda, de medios para adelante la cosa resultaba quedaba por ver cómo iba a quedar de medios para atrás ya que el constante bombeo de balones de los escoceses hacía temer por la integridad física del marco valencianista. Manzanedo, comencemos por el portero, estuvo feliz en la mayoría de sus intervenciones, por no decir en todas, y luego tanto Cerveró y Botubot como Arias y Tendillo pudieron con los suyos.

Por alto, Tendillo y Botubot fueron dos baluartes inquebrantables, sobre todo el ex-juvenil que ha hecho un partido sensacional de colocación, de visión, de saber estar en el terreno de juego y de pasar la pelota al primer toque. Botubot, con una lucha constante con el potente Johnstone, que comenzó como defensa central pero que a raíz del gol valencianista pasó inmediatamente al puesto de delantero centro, Cerveró se encargó primero de Cooper y después de Mackey y Arias, de «líbero» tapando cualquier hueco que se dejaban sus compañeros. En definitiva, un perfecto armazón de juego y las cartas que se había jugado Alfredo Di Stéfano al principio del partido tenían todos los ases y por eso vencieron. Vencieron y convencieron, porque el Valencia, con una primera mitad en la que se ha podido en todos los terrenos con el equipo escocés, tenía una segunda parte muy difícil que era la de mantener el resultado de 1-2, goles tempranos de Bonhof y de Johnstone que empataba para luego llegar al minuto 43 y Kempes deshacer la igualada. Con ese 1-2 se llegaba al final del primer tiempo y en la segunda mitad (45 minutos no aptos para cardíacos), había que defender, había que luchar, había que estar arriba y había que estar también abajo.

Goles: Minuto 15, Falta que saca Bonhof directamente a puerta escocesa, toca el balón en la cabeza de un contrario, concretamente en Jardine y sée introduce en la portería descolocando al guardameta, 0-1. Minuto 24: Centro sobre él punto de penalty del área valencianista y Johnstone, totalmente solo, en el único fallo de la defensa valencianista, de cabeza consigue el empate, 1-1. Minuto 43. Kempes recibe un balón perfecto de Subirats dentro del área, se revuelve primero hacia la derecha y despuués hacia la izquierda para rematar a la media vuelta y batir al meta McCoy, 1-2. Minuto 77. Jugada de Bonhof con Pablo, pase perfecto de éste a Kempes, que se escora hacia la derecha y lanzamiento con la pierna diestra del argerrtino que se cuela por la misma escuadra, 1-3.


http://www.ciberche.net/histoche/partidos/5?mid=1322

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